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El texto que viene a continuación no es responsabilidad de quien lo emitió sino, de quienes lo leerán. (:

Hace algunos días empecé una entrada que tenia pensado publicar pero me di cuenta que no llegaba al punto hacia el cual quería dirigirme, sino que se iba completamente por las ramas, en fin, aquel tema ya no tiene ni la mas mínima importancia.

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“Yo pinté el pavimento y ahora lo desdibujo, mientras avanzas vas dejando atrás tus pasos, a cierta distancia ya no divisas ese increíble aroma... “

Quizás la tolerancia se me ha ido al piso y con ella otras pocas cosas mas, pero el pasar del tiempo (y las cicatrices que deja con el) me han pasado la cuenta, a pesar de todo puedo decir que aprecio mucho mas el presente que el pasado simplemente porque no me proyecto al futuro por la sencilla razón que para mi las cosas no se planean, yo voy por la improvisación.

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“Extraño muchísimo esos días ocupados, llenos de música y encuentros casuales, de risas, de personas. “

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Aunque esta demás decir que cada uno pincela o dibuja su futuro, y que en esto va inserto todo lo que soñamos, lo que deseamos, para algunos el tan manoseado proyecto de vida.
Por mi parte sueño cosas que para algunos llegaran a sonar super banales por ejemplo, quiero que mi 1° hijo sea hombre eso adicionado al querer diseñar mi propia casa, no se, esto de los sueños tiene algo que me gusta, el llenarse de una realidad abstracta pero a la vez moldeable, no se si se llega a entender.

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“Hoy imaginé la lluvia sobre mi techo, hoy escuché la lluvia sobre mi techo, hoy estuve en ese hermoso lugar, hoy besé tus labios... hoy imaginé y descubrí que soy feliz imaginando sin llegar al límite de delirar”.

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Se me viene a la cabeza una frase, “los sueños, sueños son”, sabia frase, mucho mas estúpida pero sabia al fin y al cabo.
Si la planteamos desde la realidad común, la mayoría de las personas se quedan en aquella etapa, con esto no trato de desprestigiar a nadie, que quede claro. Solamente llegar al punto de demostrar que no todos (y me incluyo) cumplimos lo que nos proponemos o nos hemos propuesto más de alguna vez, cabe mencionar también en este trozo las cosas inesperadas, esos pequeños regalos cuando uno menos los espera.

Es mi imaginación, nada más que mi imaginación.

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(Yo opté por algo y tú me ayudaste a decidir, es mi última palabra)