viernes, agosto 08, 2008

Eso de la rutina.

16.36 pm, de fondo suena por uno de mis oídos un rasgueo de guitarra que luego se convierte en los acordes inconfundibles de invincible y por el otro una mezcla entre el motor de la micro y una pendeja que canta en el asiento de adelante.

Creo que hay algo de las micros que me ofusca, el compartir el asiento… trátenme de paranoica pero que es peor que ir con un perfecto desconocido usando tu metro cuadrado y que mas encima mira de reojo lo que estas haciendo como si jamás hubiese visto a nadie con la diarrea mental a flor de piel, en ese momento miro por la ventana, en realidad no acostumbro a hacerlo. (Cuando ya el paisaje se te vuelve rutinario es mejor ocupar el tiempo en cualquier otra estupidez) “Regimiento nª20 - la concepción” dicta uno de los TANTOS umbrales que se pueden leer a lo largo del recorrido, por fin el “sujeto” sentado al lado mío se digna a hablarme (que conveniente), con una voz entre travesti operado y falsa seriedad me pregunta que escribo -Trato de inspirarme en una entrada para mi blog- le respondo (cuando en realidad era otra la respuesta que le tenia preparada) hace un ademan de interés poco creíble y se despide. Yo sigo en lo mío, en ese momento cambia el tracklist a algo del cuarteto de nos. El chofer prende un cigarro (¿pensara que esta solo?) en realidad no me molesta igual estoy apunto de bajarme. Sin antes percatarme que voy otra vez atrasada no por una cuestión de horario sino que simplemente porque a esa altura la micro ya va despoblada.

“y encantada un pensativo ahogado baja a veces”
•Ofelia

Me acostumbre a leer esa frase cada vez que la micro sube por A. Caamaño (antes de doblar hacia la UCN), es una de esas leves distracciones luego de un día de mierda (como el de hoy) quizá sea una de mis típicas volás camino a la cass, pero tomando en cuenta que luego de una tarde WTF con prueba incluida cualquiera busca cambiar el panorama mental.
El típico “me deja acá porfa” da pie para la llegada a casa, posterior a eso comer algo y echarse (literalmente) en la cama a escuchar música.

Son las 21.00 hrs y esto llega hasta aquí.